domingo, 19 de junio de 2011

LO QUE SE DICE, CUANDO SE CALLA: Las relaciones de poder en el aula

La violencia en la escuela es un tema que  se ha vuelto recurrente en las  reflexiones de los maestros y la comunidad, en los últimos; sabemos que hay muchas explicaciones a la dura siotuación que viven niños, niñas, adolescentes y jóvenes en las  escuelas sean de nivel primario o secundario. Por ser un tema que nos interesa como educadores presentamos una parte de las reflexiones que hace Fabiola Dos Santos Cequeira, a partir de un estudio realizado en una escuela de la ciudad de Victoria en Brasil.

LO QUE SE DICE, CUANDO SE CALLA: Las relaciones de poder en el aula
Fabiola dos Santos Cequeira

Cuando se piensa en una gestión democrática, nos viene a la mente la idea de una construcción colectiva, de participación, o de inclusión de diferentes sujetos alrededor de un ideal, de una misión o de una meta. Pues  bien, vamos a hablar de la gestión democrática en el ambiente escolar  y de las cuestiones que ello implica, pero también abordaremos las relaciones de poder que en este campo se dan.
Históricamente podemos afirmar que no tenemos una cultura de participación en Brasil. No aprendemos a oír y no estamos acostumbrados a ser escuchados. Brasil fue invadido por colonizadores que extrajeron toda nuestra riqueza y masacraran la población nativa. Durante años fuimos víctimas de la dictadura militar y solamente  es a partir de la promulgación de la Constitución de 1988, cuando se vieron oportunidades de ejercer los derechos políticos, civiles y sociales; eso se revela en nuestras vidas y en nuestras escuelas.
El presente trabajo aborda los resultados preliminares de una investigación realizada el primer semestre de este año en una escuela pública  de la ciudad de Vitoria en Brasil. Los sujetos de esta investigación son jóvenes entre los 14 y 22 años. Lo que sigue son pues las reflexiones sobre las relaciones de poder en el ambiente   escolar y las estrategias utilizadas por los jóvenes alumnos(as) y profesores(as) para sobrevivir a las “turbulencias” del día a día.
Poder y violencia simbólica: un análisis de lo cotidiano escolar
De un modo general se puede decir que el poder es la capacidad  que  tiene  alguien o un grupo  de promover un cambio de comportamiento de otros contra su voluntad. Puede ser ejercido  a través de la coerción (en este caso, el que tiene el poder hace uso de la fuerza o amenaza usarla, para alcanzar la obediencia  de la persona subordinada). Cuando se habla de imposición de la fuerza no se trata necesariamente de la fuerza física, ya que puede tratarse de una fuerza simbólica. El poder puede también ser ejercido a través de la persuasión, en este caso el que tiene el poder, busca convencer a los otros para que le obedezcan (Ferreira 1993).
El poder dice Foucault, es productivo y creativo. Inventa formas para su ejercicio, y se extiende  al interior de las relaciones sociales, irradiando en todas direcciones, estimulando nuevas formas de sometimiento y de dominación. Será más adecuado por eso, distinguir  el poder (como esfera de la ley y de la acción colectiva) de la disciplina, esto es como manera de relacionarse, o como modo de  ejercer la dominación dentro de la sociedad y la política.
Las prácticas que buscan disciplinar a las personas, se orientan a  establecer normas de control y de obediencia, de dominio y sometimiento en todas las relaciones sociales.
En el ambiente escolar los grupos son indeseados, de allí que se ponga mucho esfuerzo para disciplinarlos. No siempre el poder de la escuela es ejercido por medio de la persuasión, se ejerce generalmente por medio de la coerción, y éste no usa solamente  la fuerza física, sino que generalmente hace uso de la violencia simbólica.
El concepto de la violencia simbólica fue elaborado por el sociólogo Pierre Bourdieu y está referido a  una forma invisible de coerción que se apoya muchas veces, en creencias y preconcepciones colectivas. Es también proceso de imposición arbitraria y cultural (concepto cultural de los grupos y de las clases predominantes, impuesto a toda la sociedad).
 La cultura escolar gana legitimidad a medida que se presenta como neutra, no dirigida por ninguna clase  social, no obstante se caracteriza por ser arbitraria e impositiva. Una  cultura dominante que disimula sus intenciones, debe llevarnos a repensar los métodos y el currículum que desarrolla, ya que los contenidos se escogen de acuerdo a los intereses de las clases dominantes, lo mismo ocurre con las formas de evaluación.
Es necesario que los niños, los adolescentes, los jóvenes y los adultos aprendan  a respetar las reglas y las normas impuestas por la escuela, sobre todo cuando estas contribuyen a dar forma a su identidad. Sin embargo hay que tener en cuenta que cuando las escuelas construyen estándares de comportamiento, suelen excluir a quienes no se acoplan a esos estándares. Es usual que aquellos alumnos que son tipificados como violentos o indisciplinados sean transferidos  ya que son estereotipados como indeseables.
Cuando la relación entre dos o más personas se realiza a través de la fuerza física o moral, decimos que hay violencia, identificándola como coerción, coacción o represión. Esto es apenas el inicio de las dificultades, pues diferentes culturas definen de diferentes maneras el margen que separa lo natural de lo antinatural, lo legal de lo ilegal,  lo justo de lo injusto, o lo legítimo de lo ilegítimo. Hay una pluralidad de medidas  y criterios para evaluar la violencia como una fuerza. Infelizmente, en Brasil existe el mito de la  no violencia brasilera. Este mito nos impide profundizar la discusión en torno a la violencia, restringiendo el fenómeno a la violencia física, inclusive en el ambiente escolar.
Desde la perspectiva sociológica el concepto de violencia es explicado por el concepto de anomia elaborado  por  Durkheim, “ la anomia es un momento en el que las normas y reglas pierden el poder de integración, lo que da lugar a conflictos sociales y políticos”. En este sentido, el concepto sociológico  de anomia es utilizado para afirmar que, la violencia no es nada más que un momento de desfase entre las instituciones existentes en una situación histórica nueva (por ejemplo los hechos que se derivan de los procesos migratorios del campo a la ciudad)…

La sociedad todavía está marcada por los rastros de la sumisión, siendo las relaciones sociales jerarquizadas, donde siempre  hay unos que ocupan lugares como  inferiores, o como superiores, en todas las esferas de la vida, desde las relaciones familiares hasta las relaciones del trabajo, prevaleciendo el, “usted sabe con quién está hablando”.
Las relaciones sociales son permeadas al lado de todos los tipos de discriminación y de violencia, sin embargo no siempre se perciben. La gente tiende a  banalizar y/o naturalizar, por ejemplo, el analfabetismo, el maltrato a los niños, la desatención a los ancianos, la tortura, los accidentes de tráfico, el desempleo, el hambre, la miseria, etc
La estructura autoritaria y oligárquica de la sociedad bloquea todo esfuerzo por institucionalizar lo  democrático y la formación para ejercer la ciudadanía, por lo tanto, ella consolida la violencia que cruza lo político y lo social, en  algunas de las  formas mencionadas aquí. Hay que entender que donde no hay derechos, no hay ciudadanos. Donde no se  tiene reconocimiento de ciudadanos, se tratan a éstos como las cosas y, pues esto es exactamente la  violencia. (CHAUÍ, 2006, p.140)
En este contexto se observa que la escuela tiene un papel básico, ya que la escuela es un espacio que puede ayudar a la  ruptura o a la reproducción de esta lógica;  sin embargo  no puede dejar de subrayarse que  las relaciones sociales en la escuela también son marcadas por el autoritarismo. La estructura física y pedagógica de la escuela colabora para el disciplinamiento de los cuerpos. Puertas y ventanas, área de recreación, son dispuestas para la reconstrucción controlada, siempre por un adulto que está   listo  para colocar muros a las relaciones de convivencia….

2 comentarios:

  1. PROFEEEEEEE feliz dia de papà pasadito jajajaja espero que ahora ya se puede hacer publicaciones jejeje y bueno de su blog por el momento no hare comentario alguno jejejeje porque estoy interpretando su firma jejejeje no se cual es la izquierda y la derecha jajaja attttt joakin

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  2. Después de un artículo que nos anima, con un mundo inverosimil de confianza, veracidad, sinceridad, justicia claridad y alegría... el cual se llegaría a dar si las personas adultas tuvieramos un pensamiento inocente y confiado tal y como los niños, nos encontramos con una investigación de la construccion colectiva, participación y gestión democrática en el ambiente escolar hecho durante un semestre en Brasil.
    La investigadora nos habla primero de la falta de participación democrática dentro de las escuelas en Brasil debido a su cultura. Que viene de un antepasado de dominación nativa y dictadura militar.
    seguido de un análisis sobre el poder y la violencia simbólica en lo cotidiano escolar, cita a la vez a varios expertos en democracia dentro del aula como Durkheim.
    Según el criterio de la investigadora las normas y reglas son IMPUESTAS en el aula y se ralaciona con el poder que es considerado como la fuerza que tiene alguien para influir en el comportamiento de alguien sea o no con violencia.
    Según lo que he leído del texto a mi criterio personal dentro del aula hay una persona que es la encargada de velar por la formación adecuada de los niños y ese es el maestro, quien debe ayudar al niño de manera integra eso quiere decir no solo en el aspecto académico sino también en su comportamiento. Los niños están en un pleno proceso de desarrollo de sus capacidades de adaptación social por lo que la responsabilidad del maestro es ayudarlos para que sepan adaptarse. me preguntaba por qué los niños dentro de el salón donde practico (quinto grado) se portan tan mal, y en mi poca experiencia puedo concluir que entendemos mal el constructivismo y nos encerramos en "respetar a los derechos del niño". No estoy muy de acuerdo con el texto en el aspecto que la investigadora toma a la disciplina como un método de sometimiento, y es que los niños no van a encontrar la obediencia "aprendiendo a obedecer solos", ni van a someterse a un liderazgo dentro de la sociedad "aprendiendo la democracia solos". Nosotros los maestros, como repito somos los llamados a enseñarles, porsupuesto que en democracia pero con disciplina demostrándoles quienes son los que tienen la administración dentro del aula. La llamo administración y no autoridad porque se suele mal interpretar ese término.
    Los niños deben saber y entender que son llamados a obedecer reglas, que deben ser consensuadas, deben saber y entender que si faltan a una regla deben ser castigados, lo que se asemejaría a nuestra sociedad. en el colegio debemos enseñarles a vivir en sociedad.
    Por último con respecto a que los niños que no se adaptan a determinados lugares son expulsados. Me parece que está bien. Que los padres deben considerar poner a sus hijos en el colegio que vaya de acuerdo a la disciplina que les han dado ellos en casa, porque es imposible moldear a un niño cuando lo que decimos, en casa se contradice.

    "Disciplina significa moldear con sabiduría. los niños tienen el DERECHO DE SER EDUCADOS y BIEN EEDUCADOS.... LA DISCIPLINA LOS EDUCA"
    karina paiva

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